Tesorillo de Granada

 

Gilbert Kenneth Jenkins (1918-2005)

En 1958, y sólo unos meses después de publicar el tesorillo de Córdoba (Jenkins, 1958 a), Gilbert Kenneth Jenkins hace lo propio con el tesorillo de Granada: «A celtiberian hoard from Granada» (Jenkins, 1958 b). Se trata de dos trabajos de una calidad excepcional en su momento, que pusieron de relieve la importancia del estudio de los denarios ibéricos y los colocó en el escaparate internacional.

En ese artículo da la noticia de un hallazgo de 295 denarios ibéricos que se había producido en las proximidades de Granada en circunstancias desconocidas. Se encontraron en un tosco recipiente tubular de plomo de unos 22 cm de largo por 6 de diámetro, con un grosor de 5 mm, y con un extremo cerrado y otro abierto. Aunque el descubrimiento de un tesorillo de monedas dentro de un tubo de plomo es una circunstancia muy poco frecuente sabemos que existen precedentes, como en los casos de Santa Elena de 1903 (Sandars, 1905) y el de Sierra Morena de 1920 (Sandars, 1921).

Recreación del tesorillo (dibujo gentileza de J. R. Hernández Correa)

 

Su composición era la siguiente:

  • 233 Bolskan
  • 55 Ikalkusken
  • 2 Sekobirikes
  • 2 Arekorata
  • 2 Konterbia Karbika
  • 1 Baskunes

Es verdaderamente significativa la ausencia de moneda republicana romana, tratándose de un tesorillo del sur de la Península Ibérica.

También lo es la presencia mayoritaria de los denarios de Bolskan, resultando en cambio lógica la abundante presencia de los Ikalkusken al ser la ceca emisora de plata más cercana en esa época.

Tuvo Jenkins la ocasión de estudiar todos los ejemplares:

  • No hizo ninguna mención acerca de sus propietarios ni de su destino, por lo que hemos de considerarlo en paradero desconocido.
  • No vio diferencias en el grado de conservación entre los Bolskan y los Ikalkusken, y deduce que ambos deberían datarse hacia el 105-100 a.C. (conclusión que no compartimos).
  • Señala que un ejemplar de Arekoratas de leyenda larga y partida en dos filas debería ser más reciente, pues no se encuentra en el tesorillo de Córdoba y sí en los de Borja y Palenzuela, aunque admite que está bastante desgastada. Hoy consideramos que, por el contrario, pertenecería a una serie más antigua que los de leyenda corta y en una sola fila.
  • También le llaman la atención dos de los ejemplares de Bolskan, que le parecen de un estilo parecido al Palenzuela aunque no exactamente el mismo, y opina que también serían más recientes que del 100 a.C. Efectivamente, corresponderían a lo que hoy denominamos grupo IV, en concreto prePalenzuela.
  • Del mismo modo, los dos ejemplares presentes de leyenda Sekobirikes los sitúa como posteriores al 100 a.C.

Sorprendentemente su conclusión respecto a estos 5 ejemplares (el Arekoratas de leyenda partida, los dos Bolskan prePalenzuela y los dos Sekobirikes) es que «su presencia en un tesoro en el que la mayor parte de su contenido es anterior al 100 a.C. solamente puede ser explicado asumiendo que fueron añadidas más tarde que el resto de las monedas, posiblemente treinta o cuarenta años después». En nuestra opinión esta deducción no es correcta. Más adelante aportaremos nuestra hipótesis sobre su cronología.

Jenkins realizó unas tablas con el estudio de los cuños y pesos de los ejemplares de las cecas de Bolskan e Ikalkusken.

Muestra sólo las fotografías de 39 denarios, distribuidos en tres láminas:

  • 28 BoLSKaN, de los que, en nuestro criterio, 8 son del grupo I, 18 del grupo III, y 2 del grupo IV (1 prePalenzuela y un Palenzuela).
  • 1 KoNTeRBiA KaRBiKa
  • 2 SEKoBiRIKeS, ambos parecen ser de 8 rizos.
  • 2 AREKoRATaS, uno de leyenda larga y partida en dos filas con línea de división entre ambas, y el otro de leyenda corta.
  • 6 IKaLKuSKeN

 

BOLSKAN (233 ejemplares)

Un hecho verdaderamente importante de este artículo es que fue en él donde establece una clasificación de los denarios de Bolskan en tres grupos, basándose en el grado de desgaste que aprecia y en el estilo de su acuñación.

  • En el primer grupo dice que el busto del anverso es más bien pequeño y de estilo cuidado, y que la leyenda del reverso es igualmente pequeña y cuidada, y que la lanza del jinete está a menudo doblada. Encuentra 46 ejemplares en este tesorillo. Son ACIP 1413.
  • Del grupo II resalta que el estilo es más tosco, menos refinado, y la cabeza algo más erguida. En el reverso la leyenda también es más tosca y la lanza del jinete está a menudo ligeramente inclinada hacia arriba. Son 36 los ejemplares que clasifica así. ACIP 1417.
  • Del grupo III señala que es el mejor conservado y el más numeroso del tesorillo, y observa varias combinaciones de cuños entre ellos. Sin embargo, no define las características de anverso ni de reverso, aunque sí las fotografías de 8 de ellos. Es el grupo más numeroso del tesorillo, con 149. ACIP 1417 (Recordemos que Villaronga unifica ambos en un único grupo II-III). 
  • Del grupo IV encuentra 2 ejemplares. Como ya hemos mencionado, vienen fotografiados y así podemos identificar un prePalenzuela (ACIP 1422) y otro Palenzuela (ACIP 1423).

De todos modos, años más tarde esta clasificación fue revisada y modificada por Villaronga. Por mi parte, respetando lo fundamental fijado por estos dos investigadores, agrupo los ejemplares con otro criterio basándome en detalles objetivos, expuestos en la entrada sobre la clasificación de los denarios de Bolskan.

Denarios de Bolskan prePalenzuela y Palenzuela (no pertenecientes al tesorillo)

 

IKALKUSKEN (55 ejemplares)

Villaronga clasifica 52 de los 55 denarios de Ikalkusken, en base a los datos que aporta Jenkins (pues compara sus cuños con los ejemplares del tesorillo de Córdoba):

  • grupo I: 3 ejemplares. ACIP 2071-2072.
  • grupo II: 14 ejemplares. ACIP 2073-2074-2075.
  • grupo III: 3 ejemplares. ACIP 2078
  • grupo IV: 32 ejemplares. ACIP 2083-2084.

Es de reseñar la ausencia de ejemplares del grupo V, posiblemente emitidos ya en las fechas del conflicto sertoriano (Villaronga los sitúa en la primera mitad del siglo I a.C.).

Esta clasificación la estableció Villaronga (Villaronga, 1988) de este modo:

  • grupo I: Leyenda IKaLKuSKeN, Ku romboidal, S inclinada y rizo de la nuca horizontal.
  • grupo II: Leyenda IKaLKuSKeN, Ku romboidal (a veces se redondea), S inclinada en los primeros cuños, evolucionando a vertical, y rizo vertical.
  • grupo III: Leyenda IKaLKuSKeN, Ku redonda, S vertical.
  • grupo IV: Leyenda IKaLKuNSKeN, Ku redonda, S vertical
  • grupo V: Leyenda IKaLKuNSKeN y estilo degenerado. Ku redonda, S vertical.

Javier García añade un sexto grupo, de leyenda IKaLKuNS, al que denomina tipo Palenzuela por estar representado en dicho tesorillo.

Ikalkusken del grupo I (no perteneciente al tesorillo)

Ikalkusken del grupo II (no perteneciente al tesorillo)

Ikalkusken del grupo III (no perteneciente al tesorillo)

Ikalkusken del grupo IV (no perteneciente al tesorillo)

 

SEKOBIRIKES (2 ejemplares)

Aunque la fotografía de uno de ellos es de mala calidad, pensamos que ambos son del grupo de 8 rizos, 1 torques, jinete sin clámide y un pie visible (8r-1t / s-1). ACIP 1869.

Denario de Sekobirikes 8r-1t / s-1 (no perteneciente al tesorillo) (foto: subasta Ibercoin 29/11/11)

 

AREKORATAS (2 ejemplares)

  • Uno de leyenda corta (AREKoRATa) en una sola fila, y jinete con los dos pies visibles. ACIP 1774.
  • El otro de leyenda larga (AREKoRATaS), partida en dos filas y con línea de separación entre ambas. ACIP 1758 var.

Denarios de Arekoratas de los mismos tipos descritos (no pertenecientes al tesorillo)

 

KONTERBIA KARBIKA (2 ejemplares)

  • El único ejemplar fotografiado nos parece del tipo 4 (A3 /R2) de Abascal y Ripollès. ACIP 1827. Mostramos a continuación un ejemplar de esos mismo cuños.

Denario de Konterbia Karbika del tipo 4 (no perteneciente al tesorillo)

 

BASKUNES (1 ejemplar)

No aporta Jenkins su fotografía, por lo que consideramos que no es conveniente mostrar ninguno de esta ceca pues diferenciamos distintos tipos y no sabemos a cuál atenernos.

 

Ya hemos comentado lo peculiar que resulta un hallazgo de un conjunto de monedas de plata en el sur de Hispania sin la presencia de moneda republicana romana. También lo es el hecho de que la mayoría de esos denarios ibéricos sean de la ceca suessetana de Bolskan.

Para Chaves la aparición de un tesorillo de estas características en Granada se trataría «más que en una circulación habitual de los denarios ibéricos, en entradas puntuales como formas de efectuar pagos concretos, y todo ello en pie de igualdad con el denario oficial romano (Chaves, 1996). La moneda de Bolskan e Ikalesken es así aceptada y reconocida en todos los círculos hispanos donde se mueve la plata».

No lo incluye en el repertorio de su obra «Los Tesoros en el Sur de Hispania», al no contener moneda republicana romana.

Villaronga, en su TMPI, le asigna el número 59 de su repertorio, englobándolo entre los tesorillos ocultados desde finales del siglo II a.C hasta el año 98-94 a.C. (Villaronga, 1993).

Como ya sabemos, el estudio de los tesoros de denarios ibéricos es una de las principales (si no la mayor) fuentes de información para poder intentar establecer una cronología de la emisión de estas monedas, ya sea de las distintas cecas entre sí como de las distintas series dentro de cada una de ellas. 

Pues bien, una conclusión muy interesante que se deduce del análisis de este hallazgo es que si bien la presencia de los dos denarios de Bolskan del grupo IV debería retrasar la fecha del ocultamiento hasta el 80-72 a.C. si seguimos la cronología tradicional, la ausencia de denarios de Ikalkusken del grupo V iría en contra de esta datación tan reciente y quizá habría que situarla unos pocos años antes y replantearnos así las fechas de emisión de los Bolskan tipo Palenzuela y prePalenzuela. Esto mismo ya nos lo habíamos planteado al estudiar el tesorillo de Salvacañete, cuyo último denario romano es del 100 a.C. pero en el que sin embargo se constataba la presencia de 3 ejemplares del grupo IV de Bolskan.

Son 55 los ejemplares de Ikalkusken presentes, y los más reciente pertenecen al grupo IV. Considerando que se trata de la ceca emisora de denarios ibéricos más próxima al lugar del ocultamiento no deberían haber tardado en circular por ese área si en ese momento se estuviesen acuñando.

A pesar de la prudencia con la que se deben aventurar estas hipótesis, no deja de ser cierto que adjudicar la clásica cronología de los denarios de Bolskan tipo Palenzuela a las guerras sertorianas en base únicamente a su presencia en ese tesorillo no tiene mayor peso que la que nosotros proponemos, pues incluso son dos los hallazgos que la apoyan en nuestro caso.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

CHAVES, 1996: Francisca Chaves Tristán, «Los tesoros en el sur de Hispania». Sevilla, 1996.

JENKINS, 1958 a: G.K. Jenkins, «Notes on Iberian Denarii from the Cordova Hoard», Museum Notes VIII, pp. 57-70. A.N.S. New York. 1958.

JENKINS, 1958 b: G.K. Jenkins, «A Celtiberian Hoard from Granada», Numario Hispánico VII nº 14, pp. 135-146. CSIC y MAN. Madrid. 1958.

SANDARS, 1905: Horace Sandars, «Notes sur un depôt de monnaies romaines découvert en Espagne», Revue Numismatique, pp. 396 y sig. 1905.

SANDARS, 1921: Horace Sandars, «Notes on a hoard of Roman denarii found in the Sierra Morena in the south of Spain», Numismatic Chronicle, pp. 179 y sig. 1921.

VILLARONGA, 1988: Leandre Villaronga, «Els denaris ibèrics d´Ikalkusken», Estudis numismàtics valencians nº 3. Generalitat Valenciana. Valencia, 1988.

VILLARONGA, 1993: Leandre Villaronga, «Tresors monetaris de la Península Ibèrica anteriors a August: repertori i anàlisi». ANE y SCEN. Barcelona, 1993.

 

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