Tesorillo de Roa II

Roa, Plaza Mayor (foto Luis Ángel Martín)

Hacia 1980 apareció un tesorillo de denarios ibéricos en la localidad burgalesa de Roa de Duero. Se denomina en la bibliografía como tesorillo de Roa II, pues en 1947 había sido descubierto otro en esta misma población, y del que ya he publicado su correspondiente entrada (Tesorillo de Roa I).

Roa (foto L.A.Martín)

Las circunstancias del hallazgo no están del todo esclarecidas, pues no se tuvo conocimiento del mismo hasta su salida al mercado numismático. Al parecer, hacia 1980-81 y al realizar unas obras «casi fuera de la población» se descubrió un conjunto de monedas en un recipiente metálico, probablemente de bronce. Un lote de 24 denarios ibéricos fue ofrecido a un anticuario de Valladolid que, sospechando su origen ilícito, rehusó comprarlos. Aunque no identificó a los vendedores, en el breve transcurso de tiempo que tuvo las monedas en su poder, informó al arqueólogo Javier Moreda que realizó un rápido examen y catalogación de las mismas. A pesar de que su intención sería realizar un estudio pormenorizado y publicarlo después, parece que finalmente no lo llevó a cabo. Tampoco debió tomar fotografías o están ilocalizables.

José David Sacristán de Lama

Toda la información que hay sobre este tesorillo se debe a él, que se la cedió gentilmente a José David Sacristán de Lama para que publicase la reseña en su monografía «La Edad del Hierro en el valle medio del Duero. Rauda (Roa, Burgos)» (1986), del que yo he tomado, con su permiso, los datos que se exponen en esta entrada.

A pesar de que sólo se estudiaron 24 denarios el lote era con seguridad mucho mayor, pues existen noticias ciertas de algunos ejemplares de las cecas de Turiazu y Arekorata.

La composición proporcionada por Moreda es la siguiente:

  • 14 Sekobirikes
  • 9 Baskunes
  • 1 Bolskan

Lamentablemente no dispongo de más datos sobres sus tipos, pesos, etc…

Recipientes cerámicos hallados en Roa

 

La primera vez que se cita Rauda en un texto clásico es en la Geografía de Ptolomeo, donde la incluye entre la lista de 20 poblaciones de los Vacceos (Geografía II, 6, 49). En el Itinerario Antonino también se la menciona como mansio de la vía ab Asturica per Cantabriam Caesaraugustam (a pesar de su nombre, esa vía que va desde la actual Astorga a Zaragoza no atraviesa Cantabria, sino el territorio vacceo, más al sur). Sacristán de Lama precisa que es la documentación medieval la que proporciona el nexo toponímico entre Rauda y Roa, en diversos Anales y Cronicones de la época. De este modo, hoy en día su ubicación en la actual población burgalesa de Roa no ofrece dudas, que desde 1993 está declarada como Zona Arqueológica.

Pies votivos hallados en Roa

Situada en el extremo sureste del territorio vacceo y en un pequeño altozano sobre la ribera derecha del Duero nació como una aldea en la Primera Edad del Hierro, para convertirse en un oppidum vacceo de la II Edad del Hierro, perteneciente a la cultura celtibérica. Su época de esplendor finalizó abruptamente con un gran incendio que se documenta en todo su espacio urbano, lo que se relaciona con las destrucciones que provocaron los ejércitos pompeyanos en el marco del conflicto sertoriano. Aunque por suerte sobrevivió (la mitad de las poblaciones vacceas desaparecieron), Rauda no recuperaría su anterior pujanza. Se atestigua su continuidad al menos durante todo el Alto Imperio. La arqueología no ha reconocido por ahora indicios bajoimperiales, pero la existencia de una necrópolis visigoda hace sospechar que la población no desapareció del todo. Tras la etapa visigoda hay un vacío hasta la repoblación medieval en el 912.

 

 

Manuel Gozalbes cita este tesorillo de Roa II en su monografía «La ceca de Turiazu», citando como única bibliografía la obra de Sacristán de Lama a la que me vengo refiriendo: «La Edad del Hierro en el valle medio del Duero. Rauda (Roa, Burgos)» (1986).

Sin embargo Villaronga no lo cita en su TMPI (1993).

Decoración zoomorfa en forma de lobo sobre una tinaja, hallada en Roa

 

Recipientes cerámicos hallados en Roa

 

 

Reiterar desde aquí mi agradecimiento a José David Sacristán de Lama por la atención desinteresada que me ha prestado y por su gentileza.
Las cerámicas mostradas en las fotografías se encuentran depositadas en el Museo de Burgos.
Esta entrada fue publicada en Tesorillos y etiquetada , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.