Tesorillos de Azuara

Tres son los tesorillos que clásicamente se han documentado como hallados en la localidad de Azuara (Zaragoza), todos ellos en la segunda mitad del siglo XIX, y con interpretaciones muy confusas en cuanto a sus circunstancias y composición. He podido conseguir la bibliografía original de todos ellos y voy a intentar clarificar un poco el asunto.

Jacobo Zóbel de Zangróniz (1842-1896). Foto: Filipinas Heritage Library website

Jacobo Zóbel de Zangróniz (1842-1896). (foto: Filipinas Heritage Library website)

El primero de ellos fue mencionado por Jacobo Zóbel de Zangróniz en su «Estudio histórico de la moneda antigua española desde su origen hasta el imperio romano» de 1878, donde señala en la p.198 que «… en Zuera, pueblo situado cerca del sitio de la antigua Gallicum, entre Huesca y Zaragoza, se desenterraron por 1860 unos noventa ases, todos de Gallicum (leyenda BeLIKiOM), a excepción de uno de Osca (leyenda BoLSKaN). Ambos casos (se refiere también a otro hallazgo en Tarragona del que había escrito unas líneas antes y que no es del ámbito de nuestro interés) dan derecho a suponer que la moneda encontrada fue batida, si no en el mismo sitio del hallazgo, al menos a muy corta distancia de él. Vése, pues, que el lugar de hallazgo de la moneda solo merece importancia cuando se hace en cantidad y circunstancias dadas …». Como vemos Zóbel localiza el hallazgo en Zuera, pero varios autores creen que es un error, como veremos más tarde, y que se trataría de Azuara, a 80 km al sur.

Antonio Delgado (1805-1879). Foto: www.rabida.uhu.es

Antonio Delgado (1805-1879). (foto: http://www.rabida.uhu.es)

El segundo se debe a Antonio Delgado, en «Nuevo método de clasificación de las medallas autónomas de España», vol. III, p.317 y 318 (1876) donde dice, refiriéndose a la población de Aliaga: «No lejos de aquí, en Azuera, al S. de Belchite, se encontraron hacia el año de 1865 en un depósito cerca de 300 monedas celtibéricas, de las cuales nuestro respetable amigo el sr. Otín examinó más de 90 y de ellas 87 eran de las que llevan la leyenda objeto de estos apuntes (se refiere a BeLIKiOM). Véase como nuestras observaciones de procedencia, vienen a confirmar las conjeturas geográficas. Muchas de estas monedas indican que fueron acuñadas en una época relativamente moderna a las demás, pero las hay de plata que estimamos anteriores o por lo menos contemporáneas a la guerra numantina«. Resulta que no existe ninguna localidad con el nombre de Azuera. Existen tanto Azuara como Zuera, pero esta última está al norte y no al sur de Belchite, luego se trata de Azuara.

RRC 328/1 similar al del hallazgo. Col. Rosae.

Cr 328/1 similar al del hallazgo. (Col. Rosae)

Por último, del tercero dice Celestino Pujol y Camps, en el Boletín de la RAH nº XIX, p. 516 y 517, fechando su relato el 3 de diciembre de 1891 y con el título de «Numismática antigua de Aragón«: «En carta particular, desde Zaragoza, ha sido comunicada al Il. sr. Director de esta Academia la noticia de dos hallazgos numismáticos de consideración. Uno de ellos puede quizá servir mañana de antecedente para fijar en definitiva el sitio donde se acuñó la leyenda BeLIKiOM. A mediados del pasado noviembre, en el pueblo de Azuara, provincia de Zaragoza, y en un campo que no contiene rastros de edificación alguna, un labrador, al arrancar las raíces de una higuera, halló en la excavación muy cerca de cuatrocientas Oscas ibéricas de plata (el tan conocido argentum oscense), una moneda consular de Servilia, y hasta nueve denarios también ibéricos, y flor de cuño, de dicha leyenda BeLIKiOM, con las dos variedades Be y BeL en el anverso. Este hallazgo debe relacionarse con los ocurridos en 1860, consistentes en noventa Oscas con dicha leyenda, que consigna Zóbel, y el de ochenta denarios que examinó el sr. Otín y nos relata el sr. Delgado, aunque el conjunto de todos no evidencia si estas monedas fueron batidas en Iolugum del Ravenate o en Gallicum del Itinerario de Antonino. La moneda de Servilia que da época al hallazgo es la siguiente: Anv. cabeza galeada de Pallas mirando a derecha. Rev. P. SERVILL M F , Victoria con una palma en la mano, corriendo hacia la derecha en una biga; debajo de ella P (Cohen, lámina, Servilia 6). (…) Falta añadir que las monedas (…) fueron adquiridas por D. José Barril, coleccionista de Zaragoza«. Aclarar que el segundo de los hallazgos que menciona al principio era de moneda medieval de Sancho Ramírez, y apareció en el casco urbano de Zaragoza. Por otro lado, por la descripción el denario romano sería el RRC 328/1, datado en el 100 a.C.

Azuara (Zaragoza). (Foto: archivo aymto. de Azuara)

Azuara (Zaragoza). (foto: archivo ayto. de Azuara)

 

Recapitulando: estos tres hallazgos han dado lugar a diversas interpretaciones deducidas por los más importantes estudiosos. Algunas de ellas con poca base, o debidas a simples suposiciones o, peor aún, a correcciones a conveniencia de lo que otros han dicho. Según mi opinión, que no tiene por qué ser la correcta, tenemos:

Tesorillo de Zuera (1860): En el primer hallazgo Zóbel señala, sin posibilidad de errata, que sucedió en Zuera y en 1860, y consistía en «unos 90 ases», todos de BeLIKiOM excepto 1 de BoLSKaN. Sitúa correctamente Zuera entre Huesca y Zaragoza, y sólo habla de ases, no de plata. No encuentro razones para interpretar algo distinto.

Sabemos además que en 1861, Tomás Gómez de Arteche Lombillo, de Zaragoza y miembro de la RAH, dona al monetario de esta institución treinta monedas de diversas épocas y metales, y entre ellas, trece bronces celtibéricos: 9 de BeLIKiOM, 1 de SEKiA y tres frustras. Al recibirlas Delgado comenta que «el considerable número de monedas de BeLIKiOM (él lee Oligum o Iolugum) que remite el sr. Lombillo y el estado casi idéntico de conservación de las mismas hacen creer que fueron encontradas todas juntas , y como el que suscribe tiene noticias de que en Azuara, cerca de Belchite, ocho leguas al SE de Zaragoza (creo que Delgado corrige sin fundamento la localización señalada por Zóbel), se descubrieron en el año 1860 una porción considerable de monedas celtibéricas con esta misma leyenda, no duda que procedan de aquel hallazgo» [GN 1861/1 (3)]. Esta información la aporta Isabel Rodríguez Casanova en su, como siempre, excelente revisión bibliográfica de la documentación de la RAH «La documentación del Gabinete de Antigüedades de la RAH y su contribución… «. También señala esta investigadora que las piezas no pueden ser hoy en día identificadas entre los 25 bronces de BeLIKiOM que se conservan en el Monetario de la RAH.

En mi opinión, el tesorillo de Zuera (1860) no contiene denarios, y no hay motivos para interpretar algo distinto a lo descrito por Zóbel, y la donación de Gómez de Arteche no viene sino a confirmarlo.

Denario de leyenda BeLIKiOM / Be, no perteneciente al tesorillo. ACIP-1432.

Denario de leyenda BeLIKiOM / Be, no perteneciente al tesorillo. ACIP-1432.

 

Tesorillo de Azuara I (1865): En el segundo hallazgo, de 1865, Delgado habla de Azuera, al S. de Belchite. Como no existe ninguna Azuera, ha de ser una errata y tiene que tratarse de Azuara, que está efectivamente a 15 km al suroeste de Belchite (y no puede ser Zuera, la otra posibilidad, a casi 80 km al norte). Dice que se encontraron «cerca de 300 monedas celtibéricas» en 1865. Y que Otín examinó más de 90, de las cuales 87 eran de BeLIKiOM. Por último, en una frase confusa, añade «pero las hay de plata» en un contexto (ver arriba el párrafo textual y completo) en el que ya no parece hablar del hallazgo, aunque no puede descartarse. Es decir, no tenemos la seguridad de que se trate de denarios.

Finalmente, Pujol y Camps lía bastante las cosas con varias inexactitudes. En su párrafo «este hallazgo debe relacionarse con los ocurridos en 1860, consistentes en noventa Oscas con dicha leyenda, que consigna Zóbel, y el de ochenta denarios que examinó el sr. Otín y nos relata el sr. Delgado» no caben más incorrecciones. En primer lugar, los hallazgos no ocurrieron ambos en 1860, sino uno en ese año y otro en 1865. En segundo lugar, Zóbel no consigna «noventa Oscas con dicha leyenda», sino unos 90 ases y todos de BeLIKIoM excepto uno de Osca. Y, por último, en ningún momento relata Delgado que lo que examinó Otín fuesen 80 denarios, sino más de 90 monedas celtibéricas (sin especificar si de plata o bronce) de las que 87 eran de BeLIKiOM. No estuvo muy atinado nuestro ilustre numismático gerundense. Como bien hace notar I. Rodríguez, habría que señalar en su descargo que falleció días después, el 28 de diciembre de 1891, y quizá su estado de salud fuese precario y sus facultades en cierto modo mermadas.

Denario de leyenda BeLIKiO / BeL, no perteneciente al tesorillo. ACIP-1431

Denario de leyenda BeLIKiO / BeL, no perteneciente al tesorillo. ACIP-1430

 

Tesorillo de Azuara II (1891): Lo único fiable del texto de Pujol y Camps antes citado debería ser la carta recibida en la RAH desde Zaragoza que relata el tercer hallazgo que nos ocupa. Éste fue descubierto en noviembre de 1891, en Azuara, por un labrador al arrancar las raíces de una higuera en un lugar sin restos de edificación alguna, y consistía en cerca de 400 denarios de BoLSKaN, 9 denarios «flor de cuño» de BeLIKiOM (tanto la variante Be como BeL) y un denario republicano romano de Servilia, seguramente el RRC 328/1 (datado por Crawford en el 100 a.C.). Aunque Pujol dice «Anv. cabeza galeada de Pallas mirando a derecha», el busto de Minerva (al ser romana parece más correcto denominarla así) mira a izquierda, y no existe variante que mire a derecha entre las 215 descritas por Crawford con el reverso que señala, luego ha de tratarse de una errata. Las monedas fueron adquiridas por D. José Barril, coleccionista de Zaragoza.

Ejemplar nº 6 de la lámina XLIV del vol V de La Moneda Hispánica

Ejemplar nº 6 de la lámina XLIV del vol V de La Moneda Hispánica

Antonio Vives y Escudero, en «La Moneda Hispánica», muestra un ejemplar de un denario de BeLIKiO / BeL, indicando que formaba parte de la colección Barril, de Zaragoza (según hace constar en el vol.II, p.105). Es incluso posible que pertenezca al hallazgo que nos ocupa.

Se trata de este modo del único de los tres que contenía con total seguridad denarios ibéricos.

 

ACIP-1431. Vico Subasta 124

ACIP-1431, no perteneciente al tesorillo. (Col. Numisma, ex-Vico Subasta 124)

 

En 1968 Villaronga publicó «En torno a un hallazgo de denarios de Beligio», Ampurias XXX, pp.225-236. En este artículo reproduce con poca exactitud las palabras con las que Delgado describe originalmente el hallazgo de 1865, pues dice «unos 300 denarios ibéricos de los que 87, entre 90 examinados, eran de BeLIKiOM«, cuando debería decir monedas celtibéricas (no sabemos si de plata o de bronce). Su intención es poder identificar así el lote de denarios que ha tenido ocasión de estudiar con el citado hallazgo de 1865 y que he denominado «Tesorillo de Azuara I». Es posible que se trate realmente del mismo aunque hay factores que hablan a favor y otros en contra, pero es cierto que «por su composición (…) encaja perfectamente con el hallazgo que ahora nos ocupa», si bien la localización difiere.

El por entonces propietario del lote relata a Villaronga que los denarios que le muestra fueron adquiridos en Zaragoza en el siglo XIX por un antecesor suyo, y que procederían probablemente de Híjar (Teruel). Parece ser que se trataba de una persona con interés por la numismática y con relaciones con los investigadores de la época, por lo que resultaría lógico que lo hubiese puesto en conocimiento de Delgado y de Pujol y Camps, y entonces encajaría con el que éstos citan, según Villaronga. No duda este autor de que el conjunto que pasará a analizar se trataría de un hallazgo, debido a que cien años después el propietario lo seguía «guardado celosamente, sin incluirlo en su colección numismática, a excepción de algunas piezas. Pueden faltar también otras, que se han podido vender en estos años. Hemos prescindido, pues, de ellos y estudiaremos sólo los que con toda seguridad proceden del hallazgo, y aunque por ello no estudiemos el tesorillo completo evitamos así falsas atribuciones e interpolaciones«.

En definitiva, se trata 253 denarios ibéricos, de los que 223 son de BeLIKiOM y 30 de BoLSKaN. Desecha otro 9 denarios de BoLSKaN de la colección, pues no tienen atribución segura.

  • 77 BeLIKiO / BeL , de los que 22 llevan restos de rizos de gancho (ACIP-1430) y 55 no, sólo arcos concéntricos (ACIP-1431).
  • 146 BeLIKiOM / Be (ACIP-1432).
  • 4 BoLSKaN tipo Jenkins I (ACIP-1413) (uno de ellos incuso).
  • 9 BoLSKaN tipo Jenkins II-III (ACIP-1417).
  • 17 BoLSKaN tipo Jenkins IV (ACIP-1423) , de los que 11 son tipo PrePalenzuela y 6 son tipo Palenzuela.

Así como por su composición podría encajar con el tesorillo de Azuara I, su procedencia viene citada como de Híjar. Creo que no podemos afirmar ni negar nada con seguridad. Sobre este tesorillo trataré en una entrada aparte. Es posible que el propietario de este lote sea descendiente de José Barril, según recoge Rodríguez la opinión de M. Beltrán («da noticia Delgado de un gran depósito con monedas de esta ceca (Belikiom) en las inmediaciones de Béjar algunos años antes de la publicación de su obra. Para Beltrán esta adscripción es un claro error, posiblemente por Híjar. Parte de este hallazgo de Híjar, consistente en un depósito de denarios, habría formado parte de la colección Barril»). Villaronga al menos no identifica nunca al propietario en su publicación, pero sería normal que al final trascendiera.

En cuanto a la clasificación y cronología de los denarios de Belikiom, siguiendo de nuevo a Villaronga, tendríamos las tres variantes descritas antes, datadas como siguen:

  • ACIP-1430: leyenda BeL / BeLIKiO, con algún rizo de gancho en el busto del anverso. Datado hacia el último tercio del siglo II a.C.
  • ACIP-1431: leyenda BeL / BeLIKiO, sin rizos de gancho en el busto del anverso. Datado también hacia el último tercio del siglo II a.C., inmediatamente después del ACIP-1430.
  • ACIP-1432: leyenda Be / BeLIKiOM, datada ya en el primer tercio del siglo I a.C.
Denario de leyenda BeLIKiOM / Be. ACIP-1432. (Col. Numisma)

Denario de leyenda BeLIKiOM / Be. ACIP-1432. (Col. Numisma)

 

detalle del denario anterior

detalle del denario anterior

Francisco y Miguel Beltrán Lloris estudiaron el yacimiento de Cabezo de Alcalá de Azaila y revisaron los hallazgos conocidos que contenían monedas de BeLIKiO, y pensaron que podría corresponder con su ceca emisora. Sin embargo hoy se admite como bastante probable la localización de Beligiom en el Piquete de la Atalaya, en Azuara. Se trata de un yacimiento situado en dos grandes elevaciones de terreno separadas por un barranco, cerca del río Cámaras, cuya máxima expansión se sitúa hacia los siglos II y I a.C. y que debió ser destruido con motivo de las guerras sertorianas.

casco romano (siglo I a.C) tipo montefortino C, hallado en el Piquete de la Atalaya. (foto Museo de Zaragoza)

casco romano (siglo I a.C) tipo montefortino C, hallado en el Piquete de la Atalaya. (foto Museo de Zaragoza)

Dado a conocer en 1972 por M. Martín-Bueno y T. Andrés, fue F. Burillo en 1978 quien propuso su identificación como la ciudad de Beligiom. También J. Paz e I. Aguilera han estudiado sus materiales. A destacar, un casco del tipo Montefortino C, con un cubrenucas pequeño y un apéndice superior con un remate troncocónico. Guarda cierto parecido con el representado sobre la cabeza del jinete del reverso de la pieza anterior, aunque el de éste parece tener una visera más gruesa y en toda su circunferencia (aunque he de decir que no conozco ningún casco así en hallazgos arqueológicos de la Península y puede ser una licencia del abridor de cuños).

Yacimiento del Piquete de la Atalaya (Azuara). (foto J.A. Gimeno)

Yacimiento del Piquete de la Atalaya (Azuara). (foto J.A. Gimeno)

No se conoce con seguridad a qué tribu pertenecía Beligio. Es probable que fuese ciudad de los Belos, de etnia celtibérica. Pero por la tipología de sus monedas podría ser suessetana, por su gran parecido a las de Bolskan. Si se confirma la identificación con el yacimiento de Azuara, la primera opción parece la más razonable.

Villaronga en su TMPI clasifica como Tesorillo de Azuara al de 1890 (errata, pues debe ser 1891) publicado por Celestino Pujol i Camps, encuadrándolo entre aquéllos ocultados con motivo de las guerras sertorianas (80-72 a.C.) con denarios ibéricos y romanos. Da la misma composición, 400 BoLSKaN, 9 BeLIKiOM y 1 romano (Cr 328). Añade la catalogación RRCH 204. Se trata, como vemos, del que he denominado Azuara II. Le asigna el número 93 de su repertorio.

Almudena Domínguez, en «Medallas de la Antigüedad. Las acuñaciones ibéricas y romanas de Osca», p.183, en 1991, realiza una adecuada síntesis de estos dos tesorillos de Azuara. Añade que parece ser, según Miguel Beltrán, que otro lote de piezas de plata procedentes de Azuara se habrían vendido en Zaragoza en 1969 a Rafael Barril, hijo de José y continuador de su colección numismática (puedes hacer click en los enlaces para saber lo que cuenta de ellos Adolfo Ruiz Calleja en su estupendo blog).

Isabel Rodríguez Casanova realiza en el 2006 una espléndida revisión de estos tesorillos, como ya he señalado. Uno de las pocas cosas en las que discrepo es cuando señala la posibilidad de que «el hallazgo vendido en Zaragoza en 1969 a la familia Barril (…) podría ser el mismo publicado por Villaronga». No creo que quepa esa posibilidad, pues éste señala al comienzo de su estudio «Hemos tenido ocasión de examinar gracias al espíritu científico que siente por la numismática su actual propietario un tesorillo de denarios ibéricos compuesto casi en su totalidad por piezas de Beligio, adquirido el siglo pasado (se refiere al XIX) en Zaragoza por un antecesor suyo».

Tampoco comparto su resumen y clasificación, pues habla de Azuara I, de 1860, compuesto por monedas de bronce, y para mí es de Zuera (tal y como señala Zobel al publicarlo y no veo razón para corregirlo). Para mí el de Azuara I es en cambio el de 1865, publicado por Delgado, y del que no hay seguridad de que se trate de denarios.  Sí estoy de acuerdo cuando denomina Azuara II al de 1891, con más de 400 denarios ibéricos, y también cuando piensa que el publicado por Villaronga sería de Híjar (aunque pueda o no tratarse del mismo Azuara I de 1865).

Por último, tengo noticia de la próxima publicación de un libro titulado «La ceca de Belikiom», de Eva Collado, fruto de su tesis doctoral. Será una excelente revisión, no tengo ninguna duda, y una agradable novedad para los amantes de la numismática antigua hispana que ya esperamos impacientes.

Quiero dar las gracias a mis amigos Rosae y Numisma por prestarme las imágenes de sus denarios y por estar siempre dispuestos a ayudar. 
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2 respuestas a Tesorillos de Azuara

  1. Adolfo dijo:

    ¡¡Muy interesante!! Muchas gracias por tus palabras 🙂

  2. Miguel Ángel. dijo:

    Gracias por esclarecer los tesorillos en cuestión. Una vez más, excelente labor.

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