Tesorillo de Villar del Humo

Ha existido bastante confusión respecto a este tesorillo, pues ha sido también denominado como Tesorillo de Albacete, de Villar del Álamo y de Fuente del Álamo (Cuenca), siendo estas dos últimas claramente erróneas.

Todo parece indicar que el tesorillo inicialmente publicado como de Albacete se trata de una parte desgajada del de Villar del Humo. Luego explicaremos los claros indicios que nos llevan a sospecharlo. Sí podemos afirmar que Villar del Álamo y Fuente del Álamo (en Cuenca) son poblaciones inexistentes y se deben a errores de transcripción, que han contribuido a aumentar la confusión.

Empecemos hablando del conjunto publicado como TESORILLO DE ALBACETE, siguiendo así un orden cronológico, para luego intentar poner en claro el estado de la cuestión sobre este tesoro.

Leandre Villaronga (1919-2015)

Leandre Villaronga (1919-2015)

Fue Leandre Villaronga quien primero publicó el hallazgo (Villaronga, 1971-72). En él dio noticia del examen que pudo realizar de un conjunto de monedas que consideró como parte de un tesorillo compuesto por denarios ibéricos y romanos que, según le comunicaron verbalmente, había sido encontrado en Albacete hacia el año 1906. Los ejemplares que llegó a ver ascendían a una cantidad de 387, y decidió publicarlos antes de que se dispersaran. Los denarios romanos eran mayoría (307) frente a los ibéricos (80) y los republicanos casi doblaban en número a los imperiales.

 

Los 387 ejemplares que pudo estudiar los distribuyó del siguiente modo: 

  • 199 denarios republicanos romanos
  • 108 denarios imperiales romanos
  • 79 denarios de Bolskan:
  •       – 14 BoLSKaN del tipo Jenkins I
  •       – 38 BoLSKaN del tipo Jenkins II-III
  •       – 27 BoLSKaN del tipo Jenkins IV (Palenzuela)
  • 1 denario de KeSE

 

Denario romano RIC I 207 (2 a.C-4 d.C) del tesorillo de Casal de Friume. Col.Numisma

Denario romano RIC I 207 (2 a.C-4 d.C) del tesorillo de Casal de Friume. Col.Numisma

Para los 307 denarios romanos que examina elabora una tabla con su relación, ordenando los republicanos según Crawford y clasificándolos según Sydenham, y los imperiales según el RIC I¹ (Roman Imperial Coinage, vol I, 1923) vigente en aquel momento. Señalar que el RIC I abarca desde el 31 a.C hasta el 69 d.C. siendo su primera edición de 1923 (RIC I¹) actualizada en una segunda en 1984 (RIC I²). También indica en ella tanto la leyenda como el número de ejemplares y si presentan alguna contramarca. Los tipos más antiguos estarían datados entre el 208 y el 195 a.C., y el tipo más reciente (con 10 ejemplares presentes) señala que es el RIC I¹ 350 (César Augusto, con Cayo y Lucio césares en reverso), que actualizado es el RIC I² 207, acuñado entre el 2 a.C y el 4 d.C. Presentaban contramarcas 44 ejemplares, lo que supone algo más de un 14 %.

Para ver dicha tabla, remito al enlace de la publicación original.

Añade que además se le indicó la existencia de 1 denario incuso, 6 denarios de CAESAR con elefante y símbolos pontificiales, y 10 denarios de AVGVSTVS DIVI F y toro, con lo que el total de denarios romanos que conoció llegaría a 324.

Hoy en día actualizamos esa catalogación del siguiente modo:

  • 261 denarios republicanos: hasta el RRC 544 (del 32-31 a.C).
  • 63 denarios imperiales: hasta el RIC I² 207 (del 2 a.C – 4 d.C.).

 

Respecto a los denarios ibéricos, había 80 ejemplares. Es interesante señalar que 20 de ellos presentaban contramarcas, lo que supone el 25 %.

Denario de leyenda KeSE del tesorillo. (foto: Villaronga)

Denario de leyenda KeSE del tesorillo de Albacete. (foto: Villaronga)

Un ejemplar era de la ceca de leyenda KeSE, de 3,78 g de peso, y con eje de cuños a las 3h. Presentaba dos contramarcas en su anverso. Es del tipo 11 de Villaronga, con cuño de anverso tipo 7 y cuño de reverso tipo 5, según indica posteriormente en su obra «Les monedes ibèriques de Tàrraco», de 1983. Hoy se cataloga como MIB 46/019a.

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Para los denarios ibéricos de la ceca de leyenda BoLSKaN utiliza la clasificación de Jenkins modificada por él mismo. No entraremos a realizar posibles correcciones a esta relación dada la calidad de las láminas, limitándonos a plasmar la clasificación del autor.

 

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins I del tesorillo. (foto Villaronga)

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins I del tesorillo de Albacete. (foto Villaronga)

Tipo Jenkins I: MIB 79/02. Se trata de cuños de buen estilo, y en cuyo busto del anverso hay algún rizo de gancho en el peinado. Hay 14 ejemplares, y 4 de ellos presentan contramarcas. No hay enlaces de cuños. Peso medio 3,83 g.

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Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins II-III del tesorillo. (foto Villaronga)

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins II-III del tesorillo. (foto Villaronga)

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins II-III del tesorillo. (foto Villaronga)

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins II-III del tesorillo de Albacete. (foto Villaronga)

Tipo Jenkins II-III: MIB 79/06 y MIB 79/07a. Villaronga agrupó ambos tipos en uno sólo. Su estilo es más descuidado y ya no presentan ningún rizo de gancho. De los 38 ejemplares los nº 46 y 47 comparten cuño de reverso, y los nº 52 y 53 comparten ambos cuños. Hay 7 ejemplares con contramarcas. Peso medio 3,74 g. Por alguna razón que el autor no explica, los ejemplares a los que asigna los nº 25 y 26 no tienen fotografía ni hace constar su peso ni eje de cuños.

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Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins IV del tesorillo. (foto Villaronga)

Denarios de BoLSKaN tipo Jenkins IV del tesorillo de Albacete. (foto Villaronga)

Tipo Jenkins IV o Palenzuela: MIB 79/11. El estilo vuelve a ser más cuidado, con un busto más estilizado y peculiar. Las patas delanteras del caballo están característicamente levantadas y se alejan de la leyenda. De los 27 ejemplares, los nº 64 y 65 comparten cuño de anverso, los nº 73 y 74 comparten ambos cuños, igual que los nº 78 y 79. El nº 80 comparte el cuño de anverso con éstos. Hay 8 ejemplares con contramarcas. Peso medio 3,66 g.

 

En este tesorillo llaman poderosamente la atención dos hechos:

  • El elevado número de ejemplares contramarcados.
  • La presencia de denarios ibéricos junto con denarios romanos de César Augusto de los años 2 a.C. – 4 d.C.

Respecto al primer punto, para el análisis de las contramarcas en la moneda puedo recomendaros el excelente trabajo de Manuel Pina en su web http://www.tesorillo.com: «Contramarcas en las monedas de Hispania Antigua«. En este trabajo no considera verdaderas contramarcas a estas marcas realizadas en los denarios seguramente con la finalidad de detectar ejemplares falsos. Otros autores en cambio no diferencian entre contramarcas y marcas, pues simplemente éstas se aplicarían con un punzón más pequeño en el caso de la plata en lo que parece ser un método de reconocer o validar ejemplares por parte de cambistas o nummularii.

Denario romano de César Augusto RIC I 207. Col. Venus.

Denario romano de César Augusto RIC I 207. Col. Venus.

Y respecto a lo segundo, podemos constatar una circulación residual de los denarios ibéricos o por lo menos un atesoramiento de los mismos en fechas muy cercanas al cambio de Era. Para entonces hacía décadas que ya no se acuñaban los más recientes de los presentes en este tesorillo, los Bolskan del grupo IV, datados hacia el 80-72 a. C. en pleno conflicto sertoriano, y mucho más lejano aún el denario de Kese, emitido siglo y medio antes aproximadamente. También añadir que en el momento de la ocultación reinaba la Pax Augústea en Hispania, por lo que su motivo no estaría relacionado con conflictos militares sino con un enriquecimiento fruto probablemente del surgimiento de clases pudientes en la Bética.

Quizás aquí se puedan poner en relación ambos puntos. Podría ser que el elevadísimo porcentaje de denarios ibéricos con marcas o contramarcas presentes en este tesorillo (20%) en relación a lo poco frecuente de este hecho en estas monedas se explique precisamente por tratarse de ejemplares que ya no se veían habitualmente en la circulación en ese momento, y sería una manera de validarlos, de certificar su valor intrínseco, la autenticidad de su plata.

Tres denarios romanos republicanos con contramarcas. Tesorillo de Villar del Humo

 

Abordemos ahora lo confuso que resulta todo lo que rodea a las distintas denominaciones que ha recibido este denominado tesorillo de Albacete, al que se la ha identificado con nombres de distintas localidades (algunas inexistentes, como veremos). Sabemos que Villar del Humo es un municipio de la provincia de Cuenca. Y su nombre guarda cierta homofonía con Villar de Álamo, que a su vez la tiene con Fuente del Álamo, pero ambas son poblaciones inexistentes. Veamos:

  • Pere Pau Ripollès señaló en su tesis doctoral (Ripollès, 1982), que «según una información oral facilitada por el profesor Martín Almagro Gorbea este tesoro no es de Albacete, sino que procede de Villar del Álamo, en la provincia de Cuenca«, lo cual, aunque con la errata en el nombre, es la primera referencia por escrito que indica que aquél tesorillo es parte del de Villar del Humo.

 

  • Años después de publicarlo, el propio Villaronga tratando sobre tesorillos datables y con presencia de denarios ibéricos (Villaronga, 1986-87), reseña: «Albacete = Fuente del Álamo (Cuenca). Último denario romano RIC 350 del año 2 a.C. , con 1 denario de Kese, y de Bolskan 14 del grupo I, 38 del II-III, y 27 de Palenzuela». Como vemos llamarlo de Fuente del Álamo (Cuenca) se trata de un nuevo error. No hay en Cuenca ningún pueblo con ese nombre. Existe un tesorillo de Fuente Álamo en Murcia, el TMPI nº 58, que desde luego no tiene nada que ver con este que nos ocupa.

 

  • Este mismo autor en 1993 publica su «Tresors Monetaris de la Península Ibérica» (TMPI). Al tesorillo de Albacete le asigna el nº 152 de su repertorio, pero de nuevo hay una errata al denominarlo «Albacete = Villar del Álamo (Cuenca)». Dice «publicado primero como de Albacete, según Ripollès es de Villar del Álamo». Pero ya hemos dicho que esta población no existe.

 

  • RRCHAD: Le asigna el nº 103 de su repertorio con el nombre de «Villar del Álamo». Persiste en la errata, indicando igualmente que se ha publicado como de Albacete pero que fue hallado en Villar del Álamo en la provincia de Cuenca.

 

  • Alicia Arévalo González (Arévalo, 2008) refiriéndose a tesorillos escribe «… el de Villar del Humo (Cuenca) publicado primero como de Albacete y también denominado como de Villar del Álamo … contenía 79 denarios de Bolskan, 1 de Kese y 324 romanos, tanto republicanos como los primeros imperiales, con cronologías que van desde principios del siglo II a.C. hasta el 2/6 a.C.». Comprobamos que se refiere a la composición que da Villaronga (incluso sumando los 17 denarios romanos que no llegó a ver pero de los que le dieron referencia) pero no incluye los del propio tesorillo de Villar de Humo, al que sí denomina por su nombre correcto.

Villar del Humo (foto: cultura.castillalamancha.es)

 

Veamos ahora lo que conocemos del TESORILLO DE VILLAR DEL HUMO:

Se trata de un hallazgo de un total de 1050 denarios que fueron repartidos y de los que sólo 64 acabaron en el Museo de Cuenca: 12 denarios ibéricos y 52 romanos. Su composición es la siguiente:

  • 1 KeSE
  • 11 BoLSKaN
  • 40 romanos republicanos
  • 12 de las legiones de Marco Antonio (32-31 a.C).

 

  • Manuel Osuna y Francisco Suay (Osuna; Suay, 1974) realizaron una catalogación de los diversos yacimientos con restos romanos y hallazgos verificados en esa provincia: «Villar del Humo. Se conserva en el Museo [de Cuenca] un tesorillo de denarios romanos e ibéricos, hoy en estudio, formado por sesenta y cinco piezas [errata: son 64]. Con toda probabilidad debió esconderse durante el siglo I a.C.». Aunque no menciona su posible relación con el tesorillo de Albacete.

 

  • Tabula Imperii Romani (TIR) J-30: se dan las coordenadas de Villar del Humo y dice: «En su término municipal apareció un tesorillo de denarios ibéricos y romanos del siglo I a.C.» Da como referencia bibliográfica el trabajo de Manuel Osuna y Francisco Suay citado.

 

  • Por su parte, Enrique Gozalbes Cravioto (Gozalbes, 2005) escribe: «El tesorillo de Villar del Humo, hallado en los Castellares; estaba compuesto por 1050 denarios, de los que muy pocos pasaron al Museo de Cuenca. Constaba de denarios romanos republicanos, alguno de ellos acuñado por Marco Antonio, varias monedas hispano-romanas de Bolscan y una de Cese», y aporta como referencia bibliográfica a Osuna, 1976. Tampoco menciona al tesorillo de Albacete.

 

  • Juan Manuel Millán Martínez (Millán, 2014): «Aparecido a principios de los años 70 (en realidad, el 22 de diciembre de 1969) y con una historia bastante truculenta. Consta de 64 denarios, de los que 1 son de Bolskan [errata tipográfica: son 11], 1 de Cese, 40 de magistraturas monetales romanas y los 12 restantes pertenecen a las legiones de Marco Aurelio [errata, es Marco Antonio], con una cronología entre el 206 y el 31 a.C. Nº expediente en el Museo de Cuenca AA74/08». Y de nuevo no hay ninguna alusión al tesoro de Albacete.

 

  • Luis Amela Valverde sí identifica adecuadamente el tesorillo de Albacete como parte del de Villar del Humo (Amela, 2015), aunque no estudia los ejemplares depositados en el Museo de Cuenca ni los incluye en su composición final.

 

  • Pero fue Juan Manuel Millán Martínez quien nos desvela con todo detalle la truculenta historia de este hallazgo (Millán, 2013), y nos da pistas importantes para relacionar ambos tesorillos, por lo que pasamos a relatarlo con nuestras propias palabras dejando claro que toda la información procede de su trabajo en la revista Kelatza:

Vicente Carmona Ferrer (valenciano apodado «el francés» debido a que vivió y trabajó en Francia durante 50 años) tras jubilarse regresó al pueblo de sus mayores (Villar del Humo) con una ilusión: encontrar el «tesoro del Moro valiente». Su padre le había relatado que un rifeño, el «moro valiente», le había confesado en Ceuta durante su mili (a finales del XIX) la existencia de un tesoro de ocho toneladas de oro (así como varios kg de plata y bronce) ocultado bajo tierra por sus antepasados en la Peña del Castellar, un paraje de Villar del Humo. Y decidió ponerse manos a la obra. En 1968 compró la finca y buscó colaboradores entre los propietarios vecinos y socios capitalistas mediante anuncios locales y en prensa, que dieron como resultado que una persona de Albacete (dato interesante) se convirtiera en un importante socio aportando material y dinero. De este modo, tras varios trabajos de remoción de tierras con maquinaria, el 22 de diciembre de 1969 apareció un tesorillo de 1050 denarios de plata.

El hallazgo fue noticia en la prensa local, incluso con planos con la localización exacta y donde se supone que esperaban las 8 toneladas de oro, 500 kg de plata y varios más de bronce.

Rápidamente lo dividieron, correspondiendo 900 ejemplares a este socio, 25 a un ayudante, 55 se repartieron entre familiares, amigos y vecinos, y Vicente se quedó al parecer sólo con 52, pues envió muestras al Jefe del Estado, a su Secretario y al Gobierno Civil de Cuenca (6 ejemplares a cada uno). Pero Francisco Suay, Delegado Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Cuenca, tomó cartas en el asunto y su denuncia hace que se le decomisen los 52 denarios a los que se suman otros 6 entregados por los vecinos y los 6 del Gobierno Civil, que serán las 64 que acaben en el Museo de Cuenca. El socio de Albacete y su ayudante negaron los hechos, y parece que el asunto quedó así. Por supuesto la denuncia impidió proseguir con la búsqueda del tesoro.

Pertinaz en su empeño y ya con 82 años, en 1985 vuelve a intentar la búsqueda pero un reportaje en prensa que refleja una nueva remoción de tierras acaba en otra denuncia que acaba con su sueño. Pero no con su obcecación. Pasó los últimos años de su vida en una choza que construyó en lo alto del yacimiento, desde donde al parecer lo vigilaba.

Todo hace pensar que los denarios estudiados por Leandre Villaronga serían parte de esos 900 del socio de Albacete, pero que recibió una información intencionadamente tergiversada respecto al lugar y fecha del hallazgo.

Nuestra hipótesis sería que el propietario del lote habría mentido a Villaronga no sólo respecto a su procedencia sino también respecto al año de su hallazgo. Como se comprueba, lo publicó en 1971 y el tesoro de Villar del Humo había aparecido a finales de 1969, es decir, las fechas concuerdan perfectamente. De este modo el denominado tesorillo de Albacete se trataría de una parte desgajada del tesorillo de Villar del Humo, que se sabe que constaba de 1050 denarios de los que sólo 64 están en el Museo de Cuenca, y serían los 387 que Villaronga logró estudiar (más la referencia de otros 17). Comparando ambos vemos que su composición es parecida, pero la diferencia fundamental estaría en su cronología. Mientras que en el tesorillo de Albacete el denario más reciente en el RIC I² 207 datado en el 2 a.C-4 d.C, con 10 ejemplares presentes, en el de Villar del Humo es el RRC 544 de las legiones de Marco Antonio, datados en el 32-31 a.C. con 12 ejemplares. Hay 43 denarios de las legiones en el de Albacete, de ellos 3 contramarcados. Y otros 53 denarios de César Augusto que resulta extraño que falten en el de Villar del Humo. Este sería el dato objetivo más contradictorio con dicha hipótesis.

Sin embargo el reciente estudio de las fotografías de los ejemplares del Museo de Cuenca nos aportan un dato clave: el alto número de denarios que aparecen con marcas (o contramarcas, como ya hemos dicho). Es relevante puesto que se trata de un hecho poco frecuente entre los ejemplares de los tesorillos que conocemos, y menos aún en esos porcentajes elevados. De los 64 denarios, 27 presentan algún tipo de marca, realizada posiblemente para detectar si había un alma de cobre bajo la plata. El porcentaje (un 42 %) es aun mayor que en los denarios examinados por Villaronga, lo que podría explicarse al haberse dado probablemente un proceso de selección previa al reparto de los lotes. Esto también explicaría las diferencias en las cronologías.

Pasemos a analizar los ejemplares depositados en el Museo de Cuenca, y fotografiados por Judit Serrano García.

Bolskan: No apreciamos ninguna coincidencia de cuños. Los 11 ejemplares se distribuyen así:

Grupo I: 3 ejemplares MIB 79/02.

Pesan 3,58 g – 3,66 g – 3,90 g y los tres tienen el eje de cuños a la 1 h.

 

Grupo III: 6 ejemplares MIB 79/07a.

Peso: 4,05 – 3,72 – 3,67 – 3,79 – 3,79 – 3,88  y tienen el eje de cuños: 11 – 12 – 1 – 1 – 12 – 12

 

Grupo IV: 2 ejemplares, que nosotros incluimos en el grupo IV.a (pre-Palenzuela), MIB 79/11b.

Pesan 3,63 g y 4 ,08 g  y tienen el eje de cuños a las 2 y 1 h, respectivamente.

 

Kese: 1 ejemplar MIB 46/019a.

Pesa 3,76 g  y tiene el eje de cuños a la 1 h.

Se aprecia perfectamente la marca que le realizaron en el anverso.

 

Denarios romanos: 52 ejemplares, de los cuales 12 eran de la legiones de Marco Antonio (32-31 a.C.)

Denario romano de las legiones de Marco Antonio RRC 544/21 del 32-31 a.C. perteneciente al tesorillo. Se aprecian las marcas o contramarcas tanto en anverso como en reverso.

 

Vitrina del tesorillo de Villar del Humo. Museo de Cuenca (foto gentileza de Mariano López)

 

CONCLUSIONES

  • No existe el tesorillo de Villar del Álamo ni el tesorillo de Fuente del Álamo en Cuenca, y deberían ser eliminados en lo sucesivo de los repertorios de tesorillos.
  • El tesorillo de Villar del Humo (Cuenca) apareció el 22 de diciembre de 1969, fruto de una búsqueda ilegal. Constaba de 1050 denarios, que fueron rápidamente repartidos en lotes.
  • 64 ejemplares pudieron ser recuperados y se encuentran depositados en el Museo de Cuenca.
  • Un lote importante (seguramente 900) fue denominado «tesorillo de Albacete», y parte de él pudo ser estudiado por Villaronga, en concreto 387 denarios, más otros 17 de los que le dieron referencias.
  • El grado de desgaste por circulación es acusado en prácticamente todos los ejemplares, no pudiéndose observar diferencias significativas entre ambos lotes.
  • Llama la atención el elevado número de ejemplares con marcas o contramarcas. Su presencia en ambos lotes (Albacete y Cuenca) nos da prácticamente la certeza de que aquél es una parte desgajada del conjunto.
  • Cronología: el RIC I² 207, acuñado entre el 2 a.C y el 4 d.C, es el denario (10 ejemplares) más reciente y pertenece al lote de Albacete. En el lote del Museo de Cuenca, el más reciente es el RRC 544 (12 ejemplares) del 32-31 a.C. Debido a que no conocemos la totalidad de los ejemplares este dato debe ser considerado con las necesarias reservas para datar el ocultamiento del tesorillo.
  • Composición total: 1050
  • Composición conocida: 468, último el RIC I² 207, acuñado entre el 2 a.C y el 4 d.C. Los podemos clasificar así:
  • Denarios romanos: 376: 324 (Albacete) + 52 (Cuenca)
  •    – 261 denarios republicanos: hasta el RRC 544 (del 32-31 a.C).
  •    – 63 denarios imperiales: hasta el RIC I² 207 (del 2 a.C – 4 d.C.).
  • Denarios ibéricos 92: 80 (Albacete) + 12 (Cuenca)
  •    – 90 Bolskan
  •           – grupo I: 17 (14+3)
  •           – grupo II-III: 44 (38+6)
  •           – grupo IV: 29 (27+2)
  •    – 2 Kese: (1+1)

En la Peña del Castellar (Villar del Humo, Cuenca) se encuentran restos de un asentamiento de la II edad del Hierro que posiblemente perdurara hasta época romana.

 

 

BIBLIOGRAFIA:

Amela, 2015: Luis Amela Valverde», El tesoro de Villar del Humo (RRCHAD 103 = TMPIAA 152). Una nota», en Varia Nummorum IV, ANE. 2015.

Arévalo, 2008: Alicia Arévalo, «Aprovisionamiento y circulación monetaria en la Meseta sur durante la época romana«, en «La romanización en el territorio de Castilla-La Mancha«, p.p 164-165, 2008.

Gozalbes, 2005: Actas de las I Jornadas de Arqueología de Castilla-La Mancha. Cuenca, 13-17 de diciembre de 2005, p. 557. 

Millán, 2014: Juan Manuel Millán Martínez, «Hallazgos monetales en la provincia de Cuenca» en «Cuenca: la historia en sus monedas». UCLM. 2014. ISBN: 978-84-9044-112-1.

Millán, 2013: Juan Manuel Millán Martínez, «El tesoro de Villar del Humo», Revista Kelatza nº 20, pp 1-4. 2013.

Osuna; Suay, 1974: Manuel Osuna y Francisco Suay, «Yacimientos romanos en la provincia de Cuenca«, p. 6. Revista Cuenca nº 6. 1974.

Osuna, 1976: Manuel Osuna Ruíz, «Museo de Cuenca. Secciones de Arqueología y Bellas Artes». p 47. 1976.ISBN 84-369-0526-1″.

Ripollès, 1982: Pere Pau Ripollès, “La circulación monetaria en la Tarraconense mediterránea”, p. 314 (nota al pie), Servicio de Investigación prehistórica del Museo de Prehistoria de Valencia. Serie Trabajos Varios 77, Diputación de Valencia. 1982.

RRCHAD: Cruces Blázquez, “Addenda a Roman Republican Coin Hoards”, Acta Numismática 17-18. SCEN. 1988.

TMPI: Leandre Villaronga, “Tresors monetaris de la Península Ibèrica anteriors a August: repertori i anàlisi”. ANE y SCEN. Barcelona, 1993.

Villaronga, 1971-72: Leandre Villaronga, «El tesorillo de Albacete del año 1906«, Revista Ampurias 33-34, 1971-72, pp. 305-320.

Villaronga, 1986-87: Leandre Villaronga, «Ordenación y cronología de los denarios de la Celtiberia», Gaceta Numismática 86-87, III/IV, p.11. A.N.E. 1987.

 

Desde aquí mi agradecimiento a D. Mariano López Marín, por toda su ayuda y amable atención en la elaboración de este artículo. 

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5 respuestas a Tesorillo de Villar del Humo

  1. Luis Ángel Martín Merino dijo:

    Una vez más excelente entrada, para la que se adivina un previo exhaustivo trabajo de investigación. Gracias por ponerla aquí a disposición de todos nosotros y enhorabuena.

    Fascinante personaje éste del «el francés», que en cierto modo se convierte también en otro romántico perseguidor del mito de «el dorado», cuya búsqueda, para todos aquellos que convirtieron ésta en un objetivo de vida a lo largo de la historia, y en sus diversas «modalidades», constituye siempre un claro ejemplo de obcecación en la persecución de un sueño. En este caso la casualidad quiso que ese sueño se viera alcanzado en cierto modo, aunque su protagonista no fuera consciente de ello. Al final todo es cuestión de «expectativas», ya se sabe…

    No obstante hay algo en lo que no estoy del todo de acuerdo, y es en la calificación de «ilegal» que haces de la búsqueda realizada por «el francés» que finalmente supuso el hallazgo del tesorillo. En 1969 entiendo que la legislación vigente en esta materia no regulaba este tipo de actuaciones como para calificarlas de ilegales. A fin de cuentas, nuestro personaje tan solo se limitó a cavar en una finca de su propiedad obteniendo como resultado este sorprendente e inesperado hallazgo.

    Espero poder seguir disfrutando mucho tiempo más de estas entradas. Una vez más, muchas gracias.

    • ibansanchezm dijo:

      Una zona misteriosa y digna de visitar, he estado muchas veces en la misma escavacion.
      Tengo un hacha del mismísimo Vicente Carmona Ferrer. Si historia es cierta, conozco a gente que lo conoció.

  2. Miguel Ángel dijo:

    Muchas gracias, Francis, por el exhaustivo trabajo de análisis e investigación para esclarecer este tesorillo. No añado nada pero sí me ha llamado también la atención el acusado desgaste de los denarios ibéricos y el gran número de marcas en los denarios. Curioseando en el mapa he visto la cercanía a Salvacañete.

  3. keltiberoi dijo:

    Excelente trabajo de investigación, está clarísimo que los dos tesorillos eran uno en realidad, lo que yo encuentro muy raro es que todos los denarios sean de Bolskan menos los dos de Kese siendo atesorados después de circular tanto, a no ser que entre los que no han podido ser estudiados se hubieran incluido los de las demás cecas por alguna causa que no sabemos.

  4. Enrique dijo:

    Desde los 60 la continua sangria de migrantes hacia las grandes ciudades dejó toda esa zona despoblada. Lo que algunos “espabilados” aprovecharon para su expolio.
    La zona es rica en asentamientos desde la prehistoria y el descubrimiento de los abrigos con pinturas rupestres así lo demuestra. Se pueden ver restos de poblados ibéricos, árabes y visigóticos en las inmediaciones. Y durante los 70 y 80 a los espabilados con detectores de metales, saqueando el rico patrimonio de una zona dejada de la mano de Dios.
    Como las autoridades no han valorado nunca esa riqueza, ni se han preocupado de ella, los expoliadores han hecho su agosto particular. Fósiles, monedas y otros restos arqueológicos de incalculable valor, son y han sido saqueados para aprovechamiento de cuatro desaprensivos que en algunas ocasiones se han enriquecido con ellos.
    Y otras, decoran sus casas.
    Patrimonio solo actúa a daño hecho en la mayoría de sus actuaciones, otras la tierra recupera lo que le perteneció y la mano del hombre extrajo.
    Me ha gustado la entrada. La provincia de Cuenca es rica en historia y a las pruebas me remito.
    Una historia a veces, que tapa la tierra porque saberla es cuestión de invertir e investigar.

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